
La Navidad llega y nuestras ciudades se llenan de luz, olor a castañas, música y ese ambiente especial que solo se vive en estas fechas. Plazas y paseos se transforman en pequeños mundos llenos de casetas de madera, artesanía, dulces y planes para toda la familia. Los mercados navideños se han convertido en una de las tradiciones más bonitas del invierno: lugares donde encontrar regalos únicos, probar productos típicos y dejarse llevar por la magia. Aquí tienes algunos de los mercadillos más encantadores para incluir en tu ruta navideña de este año.
Fira de Santa Llúcia (Barcelona). Fundada en 1786, es la feria navideña más antigua de Barcelona y una de las más especiales. Frente a la Catedral, este mercado tiene un aire histórico que te transporta a otra época.
Aquí encontrarás los tradicionales caganers, los divertidos tiós, artesanía catalana, velas, instrumentos típicos y belenes de gran calidad.
Además, corales y actuaciones llenan la plaza de música, y la Feria del Abeto —instalada en los pasillos laterales
Mercado de Belenes (Granada). El Mercado de Belenes de Granada es un lugar donde la tradición cobra vida: artesanos que trabajan durante todo el año exponen figuras únicas inspiradas en rincones como el Albaicín o la Alhambra, mientras las asociaciones locales presentan belenes llenos de movimiento, luces y detalles que sorprenden a cualquier visitante. Su ambiente se mezcla con el aroma a castañas asadas y la magia del centro histórico iluminado, creando una experiencia navideña que combina artesanía, historia y ese encanto especial que solo Granada tiene en diciembre.
Mercado de la Plaza de Pombo (Santander). Pequeño, acogedor y con mucha esencia local. Sus casetas están llenas de artesanía y productos cántabros como quesos, sobaos, miel o cerámica tradicional.
El clima del norte le da un toque navideño auténtico y perfecto para pasear con calma. Además, cuenta con talleres y actividades infantiles, y los fines de semana hay música en directo que aporta el toque festivo definitivo.
Mercado de Navidad en Málaga. Ideal si te gusta vivir la Navidad con luz, mar y temperaturas suaves.
Este mercado es uno de los más modernos y visuales, con puestos de diseño, joyería artesanal y decoración contemporánea. La oferta gastronómica destaca por sus propuestas gourmet y la presencia de food trucks que crean un ambiente urbano y muy apetecible.
La iluminación del puerto y el famoso bosque de Navidad de la calle Larios hacen que pasear sea casi obligatorio. Cada día hay espectáculos, pasacalles y actividades que convierten la visita en un plan perfecto.